El Granate festejó gracias al tanto de Rodrigo Castillo, que se erigió en la figura principal de toda la serie de semifinales, ya que en el compromiso de ida había sido el autor de los dos tantos para el empate 2 a 2 en Santiago de Chile, un cotejo que había concluido con polémica por un penal cobrado por el árbitro en el último instante y que convulsionó toda la llave.
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Justamente esa efervescencia se trasladó al choque en la zona sur del conurbano bonaerense, a donde se por sí se montó un arduo operativo de seguridad para cobijar a los 40 mil simpatizantes locales, a sabiendas que se debía prestar suma atención a lo que ocurriese con el micro del plantel trasandino, para evitar reprimendas de lo que sucedió la semana pasada con el propio equipo de Lanús, que recibió piedrazos a su micro.
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En ese sentido, el clima candente confeccionó un partido que se vivió con muchos nervios desde el principio. Por lo pronto, y tras algunas definiciones vía VAR que estuvieron en el centro de la escena, como un gol anulado por lado por sendas posiciones adelantadas, el anfitrión encontró el tanto de la victoria al promediar el complemento. Fue con la firma del ex delantero de Gimnasia y Esgrima La Plata, que eludió al arquero y definió con clase tras una asistencia superlativa de Marcelino Moreno.
Por caso, esa conversión también estuvo señalada para ser controlada por el arbitraje con la tecnología, por una mano en el arranque de la maniobra. Sin embargo, el juez principal no admitió como válida esa sanción que hubiese pesado sobre Eduardo Salvio y entonces allanó el camino para que el Granate rompiera la red y estableciera la diferencia que iba a ser definitiva.
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Hinchas y jugadores de Lanús
La satisfacción mayúscula, al rato, fue total entre hinchas y jugadores, evidenciando una auténtica máquina granate, más allá de algunos encontronazos entre los propios futbolistas y los rivales, y luego se trasladó a los vestuarios, donde disfrutaron de un momento soñado.
Y ahora el elenco que conduce Mauricio Pellegrino mira de reojo el horizonte, con la expectativa de sellar una nueva coronación internacional, como la que ocurrió en 2013 bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto. El contrincante será el Mineiro, que viene de eliminar a Independiente del valle y se prevé complicado para intentar subir a lo más alto del podio.
Por lo pronto, antes habrá que mentalizarse para el Clásico del Sur. Será este lunes, desde las 21, en el estadio Florencio Sola, con la intención también de ganar para mantener las chances de dar la vuelta olímpica pero en el plano doméstico.